Como si los empleados de a pie no tuvieran, tuviéramos, suficiente con estar a expensas de nuestros respectivos jefes, mejores o peores pero jefes al fin y al cabo, a menudo se plantean problemas entre los propios compañeros de trabajo con la consecuencia de hacer más difícil la tarea diaria.
"Imagina que volamos en avión y se estrella: ¿a quién elegirías para dirigir la compañía?". Así es como el máximo ejecutivo de una de las empresas más admiradas del mundo iniciaba la primera e inesperada conversación con cada uno de los siete directivos que a su juicio podrían llegar a ser sus eventuales sucesores.
Telefónica, El Corte Inglés y la Administración Pública son los lugares más deseados por los jóvenes para desempeñar su actividad profesional, según un estudio elaborado por la consultora PeopleMatters y patrocinado por la empresa de trabajo temporal Flexiplan El informe, basado en una muestra de 1.802 personas de 18 a 30 años, revela que los salarios....
Que el talento de los directivos y empleados en las empresas es una rotunda ventaja competitiva, es un axioma que nadie se atreve a cuestionar. Las empresas, bajo esta perspectiva, realizan –afortunadamente, cada vez con más frecuencia-, programas dirigidos a potenciar el talento, la masa gris de la organización e incluso a retenerlo. Lo que me gustaría plantear en estas líneas es que el talento no siempre tiene buena acogida en las organizaciones, u obtiene efectos no deseados en determinadas circunstancias.